Coordinadora del proyecto educativo que une al Servicio Penitenciario de Villa María y al INESCER
¿Qué tareas cumple en la penitenciaría?
-Mi función es coordinar y ser el nexo entre el INESCER y el Servicio Penitenciario. Concurro toda la semana o cada 15 días para llevar el material de estudio, acompañar a los docentes o tomar examen.
¿Cómo llegó a dedicarse a esto?
En el 2007 se firma un convenio entre el INESCER y el Servicio Penitenciario para ofrecer las carreras en la modalidad a distancia.
Esta idea surge a pedido de un interno que requería información sobre las carreras de la institución, entonces allí nace el proyecto.
Asimismo es una población variable porque de acuerdo a sus causas penales a veces estudian unos meses y luego son trasladados o quedan en libertad. El estudio funciona como un medio de contención.
¿Cómo se manejan con los materiales de estudio?
Hasta el año pasado yo había logrado que la CTA donara las fotocopias. Entonces yo fotocopiaba el material y se los llevaba. Pero este año se va a realizar un solo cuadernillo que estará disponible en la biblioteca de la cárcel y cada uno estudiará de ahí o le sacará fotocopia por su cuenta, dado que se hace imposible solventar el costo del material.
¿Cómo es la experiencia personal al trabajar con internos?
Para mí es sumamente enriquecedor, estoy muy conforme y me siento bien con los chicos. Además son muy respetuosos y están muy predispuestos. Aunque faltaría más compromiso por parte de los docentes de la institución.
¿Qué proyectos tienen para ese ámbito?
Este año continuamos con la revista La Saeta, se realizarán 5 ediciones. La primera es de interés general, y las restantes son temáticas como la del día de la madre, la del día del niño, entre otras.
Otro proyecto es realizar un encuentro con los alumnos de comunicación social de afuera para que también se involucren con ellos, y además que puedan escribir en la revista y compartir sus experiencias.
Por otro lado, hace poco se formó una banda de rock con los chicos que estudian las carreras del INESCER.
¿Con cuántos alumnos estas trabajando ahora?
En total son 9. Uno está terminando el primer año de Comunicación, otro va a comenzar. Tres están en Producción ganadera, uno se inscribe en Trabajo Social y otro está terminando el primer año. La mayoría son hombres, aunque este año se incorporó una chica en Trabajo Social.
¿Cómo es la relación con los directivos?
Hay mucha apertura de su parte, puesto que la directora es una profesional del área social y tiene otra mirada en comparación con directivos anteriores.
Además se ha invertido en educación, como la construcción de aulas, la participación de las universidades y del INESCER para brindar sus carreras ha sido muy productivo para que los internos tengan más oportunidades cuando salgan.
¿Cómo es la relación con los internos?
Es muy buena, aunque sólo una vez tuve un altercado con el interno que impulsó el proyecto de la revista. El motivo fue que es muy difícil ajustarse a las demandas de ellos con los horarios y los tiempos que se manejan de afuera.
¿Le gustaría modificar si podría ciertas políticas de la cárcel para hacer un trabajo con mayor libertad y sin tantas trabas burocráticas?
Es muy difícil trabajar en ese ámbito ya que es un lugar muy estructurado. Hay que pensar muy bien lo que vas a hacer ahí porque tienen otros límites, como por ejemplo que hay que llamar a los internos por su apellido no por el nombre. Todo es muy burocrático, por tanto quisiera que hubiera menos burocracia para hacer las cosas más fáciles.
¿Qué tareas cumple en la penitenciaría?
-Mi función es coordinar y ser el nexo entre el INESCER y el Servicio Penitenciario. Concurro toda la semana o cada 15 días para llevar el material de estudio, acompañar a los docentes o tomar examen.
¿Cómo llegó a dedicarse a esto?
En el 2007 se firma un convenio entre el INESCER y el Servicio Penitenciario para ofrecer las carreras en la modalidad a distancia.
Esta idea surge a pedido de un interno que requería información sobre las carreras de la institución, entonces allí nace el proyecto.
Asimismo es una población variable porque de acuerdo a sus causas penales a veces estudian unos meses y luego son trasladados o quedan en libertad. El estudio funciona como un medio de contención.
¿Cómo se manejan con los materiales de estudio?
Hasta el año pasado yo había logrado que la CTA donara las fotocopias. Entonces yo fotocopiaba el material y se los llevaba. Pero este año se va a realizar un solo cuadernillo que estará disponible en la biblioteca de la cárcel y cada uno estudiará de ahí o le sacará fotocopia por su cuenta, dado que se hace imposible solventar el costo del material.
¿Cómo es la experiencia personal al trabajar con internos?
Para mí es sumamente enriquecedor, estoy muy conforme y me siento bien con los chicos. Además son muy respetuosos y están muy predispuestos. Aunque faltaría más compromiso por parte de los docentes de la institución.
¿Qué proyectos tienen para ese ámbito?
Este año continuamos con la revista La Saeta, se realizarán 5 ediciones. La primera es de interés general, y las restantes son temáticas como la del día de la madre, la del día del niño, entre otras.
Otro proyecto es realizar un encuentro con los alumnos de comunicación social de afuera para que también se involucren con ellos, y además que puedan escribir en la revista y compartir sus experiencias.
Por otro lado, hace poco se formó una banda de rock con los chicos que estudian las carreras del INESCER.
¿Con cuántos alumnos estas trabajando ahora?
En total son 9. Uno está terminando el primer año de Comunicación, otro va a comenzar. Tres están en Producción ganadera, uno se inscribe en Trabajo Social y otro está terminando el primer año. La mayoría son hombres, aunque este año se incorporó una chica en Trabajo Social.
¿Cómo es la relación con los directivos?
Hay mucha apertura de su parte, puesto que la directora es una profesional del área social y tiene otra mirada en comparación con directivos anteriores.
Además se ha invertido en educación, como la construcción de aulas, la participación de las universidades y del INESCER para brindar sus carreras ha sido muy productivo para que los internos tengan más oportunidades cuando salgan.
¿Cómo es la relación con los internos?
Es muy buena, aunque sólo una vez tuve un altercado con el interno que impulsó el proyecto de la revista. El motivo fue que es muy difícil ajustarse a las demandas de ellos con los horarios y los tiempos que se manejan de afuera.
¿Le gustaría modificar si podría ciertas políticas de la cárcel para hacer un trabajo con mayor libertad y sin tantas trabas burocráticas?
Es muy difícil trabajar en ese ámbito ya que es un lugar muy estructurado. Hay que pensar muy bien lo que vas a hacer ahí porque tienen otros límites, como por ejemplo que hay que llamar a los internos por su apellido no por el nombre. Todo es muy burocrático, por tanto quisiera que hubiera menos burocracia para hacer las cosas más fáciles.
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